Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Coyhaique, Primera mujer en el Directorio Nacional en su Historia

De una forma especial se inició el viernes 15 de noviembre, a las 09:00 horas, la Sesión Extraordinaria de Directorio Nacional, realizada en dependencias de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos.

El Presidente Nacional, Miguel Reyes, no quiso dejar pasar el que llamó “un momento histórico” para la Institución, la incorporación, por primera vez en la historia de la Junta, de una mujer como Directora Nacional, desafío que recae en Cecilia Haro Contreras, Presidenta del Consejo Regional de Aysén y Superintendenta del Cuerpo de Bomberos de Coyhaique.
Nunca sospechó que llegaría a ocupar el cargo de representación nacional, incluso lo rechazó cuando se lo ofrecieron tras la renuncia de Benito Hernando. “Empezaron las llamadas y yo dije no, me quedo como Vicepresidenta, pero las bases de los otros Cuerpos de Bomberos determinaron lo contrario”, recuerda.
Alegre y positiva se la percibe momentos previos a que comience el Directorio, quizás le ayudo tener un conocimiento previo de lo que era la Junta Nacional, de la cual tenía un buen concepto, aplacando los nervios previos que tendría cualquier persona al ser presentada oficialmente a otros 14 Directores Nacionales, todos hombres. Pero de irrumpir en ambientes masculinos Cecilia sabe, ya que cuando ingresó en 1999 al Cuerpo de Bomberos de Coyhaique solo había otra mujer aspirante, Claudina, la cual le prestó toda su ayuda y apoyo para que superara las pruebas y pudiese vestir el uniforme.
Sin tener familiares bomberos, ”una mañana me levanté y me dije voy a ir a la Compañía, donde tenía varios amigos, y una veza ahí le dije al Capitán que me interesaría ingresar a Bomberos. Me dio los requisitos que debía cumplir y empecé el mismo día. En el camino me fui dando cuenta que era un mundo donde predominaban los hombres, pero los desafíos yo nunca los he rehuido y a los seis meses me dieron el alta y pasé a ser uno más de ellos”.
Poco a poco fue asumiendo distintos cargos, Teniente Tercera, Teniente Segunda y Superintendenta, lo que ha debido coordinar con su trabajo en la municipalidad, donde se desempeña como funcionaria en el departamento de gestión medioambiental.
Separada, con 2 hijos, reconoce que siempre ha sido muy independiente. “Hice catequesis, trabajaba con niños, con jóvenes, salía en la noche, acompañando a amigas, a repartir leche a los indigentes, etc. Cuando anuncié que iba a entrar a Bomberos me dijeron que podía haber ingresado a un centro de madres” pero para Cecilia algo había en la institución voluntaria que la seducía y apasionaba misteriosamente.

Su primera emergencia la tiene grabada a fuego. Nerviosa y ansiosa, diariamente se preguntaba que iba a hacer cuando le tocara su primera emergencia, hasta que un día sonó la paila un mes de enero. “Me acuerdo que se estaba quemando una mueblería y corrimos al carro que era 4x4 y como soy bajita mis compañeros me agarraron y me subieron. Cuando estábamos llegando al lugar el Teniente Cárdenas me dice: ya mi voluntaria usted va a subir con el hacha… Yo veía una tremenda inclinación y me preguntaba cómo lo iba a hacer”. Se encomendó a Dios, por sus hijos y su madre, y comenzó el trabajo que le habían encomendado. “Cuando terminó la emergencia y pasó la adrenalina no podía creer todo lo que había hecho y cuando le contaba a mi mamé ella me decía: hay hijita definitivamente tú te volviste loca”, recuerda entre risas.




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