¿Dar o no dar la alarma?, he ahí la cuestión...

Los últimos llamados estructurales a los que ha debido recurrir el CBC esta semana, especificamente la mañana del martes 12 de enero en la Población Pedro Aguirre Cerda y ayer miércoles 13 en la madrugada en Simón Bolívar esquina de Errázuriz, vuelven a plantear una interrogante que genera inquietud en muchos Bomberos y sobre todo en los Oficiales, además de transformarse en un tema de discusión al interior de los cuarteles, de la cual tal vez jamás se llegará a un acuerdo absoluto, pero si es posible aunar criterios. Me refiero a la famosa y muchas veces apresurada "Alarma de Incendio".

Dar la alarma de incendio, significa la alerta general de todos los voluntarios, además del despacho de todas la unidades de agua (B), quedando las demás (R, Q y Z) en espera en caso de ser necesaria su utilización, además de hacer sonar la famosa "paila" que alerta a la comunidad en general de la ocurrencia de un incendio de magnitud. Pero los llamados a los que me refiero, que si bien fueron declarados en las dos ocasiones, pudieron ser controlados con 2 máquinas trabajando (una atacando y otra alimentando), y con no demasiada utilización de personal, entonces ¿Es realmente necesario dejarse llevar por la primera impresión sin un análisis un poco más acabado de la situación?. En el incendio de la Población Pedro Aguirre Cerda, se despachó en primera instancia a B2 y B3, la situación daba cuenta de casa habitación que ardía, comprometiendo aproximadamente un 30% de su estructura. Los primeros minutos de trabajo con ambas máquinas lograron un control parcial de la situación. Luego es dada la alarma de incendio, despachando a B4, que recibió como instrucción ingresar por calle Max Casas, pero un vez en el lugar, no se desplegó ningún material, ni siquiera una armada para alimentar, absolutamente nada, un despacho inoficioso que no ayudó en nada. Situación similar ocurrió ayer en el segundo llamado al que hago mención, se despachó a B3 y posterior a B4, antes de que llegara la primera máquina al lugar ya se habia dado la alarma de incendio, ¿La situación?, fuego en zócalo de vivienda en construcción que no requirió mayor intervención que la de una lína de 50 mms. desplegada por la 3ª y la correspondiente alimentación proporcionada por nuestra bomba. Afortunadamente el oportuno preinforme del oficial a cargo, frenó la salida de B2 que ya se había reportado, de haber salido hubiera ocurrido lo mismo que el día anterior, tendrían que haber visto desde lejos el trabajo sin intervenir.
El preinforme aqui juega un rol fundamental, a algunos más que a otros, les cuesta no impresionarse con lo primero que ven al llegar, grandes llamaradas, humo, gritos, histeria, ahí es cuando entra en juego nuestra preparación, física y sicológica, eso que hace que podamos reaccionar distinto al resto de la población en una situación de tanto estrés como un incendio o un rescate, manteniendo el control y la capacidad para ver un poco más allá y analizar de buena forma lo que en verdad está ocurriendo, y transmitir esa información al resto de voluntarios presentes y a quienes estan a la espera en sus cuarteles para saber si será necesaria su presencia o no. Tal vez demorarse un par de segundos más en pararse frente a la emergencia, observar, analizar, planificar, destinar las primeras medidas para el ataque y luego dar un preinforme con buena información, sería mucho mejor que llegar, dejarse llevar por la adrenalina, la histeria colectiva y activar la alarma general para luego darnos cuenta que no eran tan complicado como se veia en primera instancia.
Un buen análisis lleva a otras cosas, sobre todo a la optimización de los recursos, nuestro Cuerpo de Bomberos ha mejorado ostensiblemente su maquinaria y su capacidad de transporte de material, personal y agua, sólo nuestra bomba es capaz de trasladar 5.000 litros de agua al llamado, sumados a las demás máquinas aseguran un buen abastecimiento, y quedó demostrado en estas emergencias, con 2 bombas se controló ambas situaciones.
Todo está en la planificación y en la buena transmisión de la información, se optimizarán recursos, se disminuirán los riesgos y otros tantos beneficios. No olvidemos nuestro sistema de claves radiales, que incluyen códigos para solicitar apoyo: 2-0, despache otra bomba, 6-6, más personal al lugar, etc.
Sin duda habrán varios puntos de vista, pero el criterio es uno, para cumplir el objetivo en nuestra labor bomberil, como en todo lo que rodea nuestra vida, se debe ser eficaz, pero también EFICIENTE, que es lo importante.

Un saludo a todos.
Imágenes: Gentileza Diarios locales

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