Las precipitaciones que se producirán en la Región, podrían generar nuevas situaciones de emergencia. Las lluvias podrían incrementar caudales de cursos de agua, causar desbordes, generar anegamientos en zonas bajas y deslizamientos de tierra, con el consiguiente riesgo para la población y las obras de infraestructura vial y pública. Se recomienda activar los Comités de Operaciones de Emergencia.
Se debe fortalecer el llamado a las personas a no arriesgar su seguridad al internarse en zonas montañosas, ríos, lagos y mar, sin el conocimiento y equipamiento necesario, especialmente cuando las condiciones meteorológicas no lo permitan. Evitar salidas y excursiones a sectores remotos, con la finalidad de prevenir accidentes y extravíos innecesarios.
Se debe evaluar permanentemente las condiciones de vulnerabilidad, por parte de todos los integrantes del Sistema Regional de Protección Civil, con especial énfasis en aquellos sectores que ya sufrieron impacto producto de los nevadas registradas.
También se deben activar los respectivos Comités de Operaciones de Emergencia y establecer todas las coordinaciones previstas en la planificación especifica para estos casos, con especial énfasis en los planes sectoriales desarrollados, conforme lo establecen los respectivos Planes Regionales de Emergencia, abordando operativamente aquellos puntos de mayor vulnerabilidad dentro del territorio regional.
El Centro Nacional de Alerta Temprana continuará evaluando la evolución del sistema frontal informando oportunamente al Sistema de Protección Civil y a la comunidad
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