Ejercicio nocturno en "casa de humo".

Ayer lunes 12 de enero de 2009 a las 22:00 horas fuimos citados por el Capitán de compañía Jorge Fuentes Gómez para la realización de ejercicio de fuego y agua en la ya denominada "casa de humo", una vivienda abandonada situada en el recinto perteneciente al Vicariato Apostólico de Aysén en Avenida Simpson esquina de Calle 1, a pocas cuadras del cuartel, que gentilmente es facilitada por esta institución a nuestra compañía para realizar nuestras prácticas. Esta estructura de concreto y metal ofrece condiciones idóneas para la ejercitación de técnicas de trabajo en incendios estructurales donde se pueden simular perfectamente situaciones extremas de temperatura y ambientes saturados de gases y humo como los de un incendio real.









Procedimos en nuestro B4, conducido por Rodrigo Cubilla, quien por estos días está realizando el curso para maquinistas ordenado por la ANB, a fin de solicitar se le incluya en su licencia de conducir la clase F que lo habilitaría para conducir vehículos de bomberos, siendo asistido en esto por nuestros conductores autorizados Juan Sánchez y Edison Maldonado, a bordo del B4 el Teniente 2º José Navarro y los Voluntarios Marlon La Regla, Jorge Vera, Excequiel Quezada, Jorge Torres y Marcelo Ampuero además de los ya mencionados maquinistas, a cargo de nuestro Capitán.









En el lugar se designaron 2 parejas de pitoneros y ayudantes quienes se equiparon con los equipos de respiración autocontenida y armaron dos líneas de 50 mm para ataque de incendios, mientras tanto el Capitán con ayuda del Maquinista Maldonado preparaban la casa para encenderla y esperar que el humo y los gases saturaran el ambiente semicerrado de la habitación, una vez alcanzado esto ingresó un equipo en primera instancia que con un potente chorro directo aputando hacia el cielo de la casa hizo descender la temperatura del lugar, luego se dio paso al segundo equipo que por el costado derecho del ingreso realizó una manibra parecida.









El objetivo final del ejercicio era comprobar la capacidad de nuestros bomberos para soportar estas condiciones extremas y entre todos aprender tácticas que permitan aprovechar de mejor manera el aire de los equipos ERA cosa que puedan durar lo que sería ideal, es decir entre 20 a 30 minutos de autonomía sin problemas. Cuando ya los ERA empezaban a hacer sonar sus alarmas advirtiendo que el aire que quedaba era poco, fue el momento de salir y evaluar lo realizado, con todas las opiniones se acuerdan nuevas formas de trabajo o mejorar las ya existentes, además el Voluntario Cubilla aprovechó de trabajar con el cuerpo de bomba el B4, parte fundamental de su preparación en el marco del curso de maquinista que está realizando, o sea, dos prácticas en una.








Luego de remover y extinguir por completo el fuego que provocamos nos retiramos pasadas las 00:15 horas, dejando obviamente el material listo para cualquier eventualidad.










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